¿Giro en el caso del bebé muerto y enterrado en Carpintería?

El gobierno provincial está intercediendo por el  caso de Dionisia Panozo Sejas, quien fue víctima de violencia de género mientras vivía en Villa de Merlo con su pareja y hace dos años está detenida, condenada por la Justicia por la muerte de su hija.  La Provincia, a través de la Secretaría de Estado de la Mujer #Ni Una Menos, le brindará protección jurídica a partir de este miércoles. El gobernador Alberto Rodríguez Saá recibió en su despacho a la familia de la joven durante la tarde de este martes.

Dionisia vivía en Bulo Bulo, una localidad de 10.000 habitantes ubicada en el límite del departamento de Cochabamba y Santa Cruz, en la República de Bolivia. A los 18 años, cuando ya residía en Villa Merlo con su pareja y su pequeña bebé, le tocó vivir una experiencia que cambió su vida: el asesinato de su hija, Maite Avendaño Panozo, por el cual ella fue procesada al igual que su esposo, pero nunca se hizo el juicio. Por eso, se están vulnerando derechos constitucionales.

Durante una visita el último 8 de marzo, cuando se conmemoró el “Día de la Mujer”, la secretaria de Estado de la Mujer #Ni Una Menos, Adriana Bazzano, junto con la ministra de Desarrollo Social, Alida García Peanú, realizó una visita a la Penitenciaría provincial, para acompañar a las detenidas e interiorizarse de sus necesidades, “no para resolver su problema judicial”.  Bazzano regresó en julio y se encontró con una situación especial: la de una joven de nacionalidad boliviana que en los casi dos años que lleva detenida, nunca había recibido una visita. Se trata de Dionisia Panozo Sejas.

“Cuando charlé cara a cara con Dionisia, lo único que ella me pidió fue hablar con su familia porque hace dos años que no sabía nada de ellos”, explicó Adriana Bazzano en el despacho del gobernador de la Provincia, Alberto Rodríguez Saá, junto a Elesia Sejas y Marcelina Panozo Sejas, madre y hermana de Dionisia, que desde el domingo están en San Luis y en la tarde de este martes fueron recibidas por el jefe de Estado provincial.

La titular de la Secretaría de la Mujer contó cómo fue que logró comunicarse con la sub-alcaldía de Bulo Bulo, donde le facilitaron el contacto con Marcelina, que al momento de la comunicación telefónica se encontraba atendiendo en la librería donde trabaja desde hace casi tres años. A los pocos días, desde la Penitenciaría provincial, la joven volvió a tener comunicación con su familia tras dos años en el que ambas partes estuvieron sin ningún tipo de contacto.

Fue a partir de ese momento que el organismo que nació para defender los derechos de las mujeres ante abusos y maltratos, puso en conocimiento de las actuaciones realizadas al gobernador Rodríguez Saá, quien le pidió a Bazzano que “traiga a San Luis a la familia de Dionisia”.

GOLPEADA

Una vez en Bulo Bulo, la funcionaria buscó, sin éxito, los documentos que registraban los maltratos a los que fue sometida Dionisia antes de llegar a la provincia, como así también las denuncias contra su pareja “por falta de alimentos y por no querer reconocer a la bebé, algo que se repitió en Villa de Merlo, donde Dionisia era golpeada y muchas veces encerrada en un cuarto”, según detallaron tanto la funcionaria como Marcelina.

La respuesta de la Defensoría del Menor de Entre Ríos (alcaldía a la que pertenece Bulo Bulo) ante el pedido fue, en primer lugar, que los documentos sólo pueden ser retirados por quien realizó las denuncias. Pese a ello, las autoridades manifestaron que “los cuadernos donde estaban asentadas las denuncias se quemaron”.

“Me movilizó el hecho de pensar qué haría si tuviera la desgracia de pasar una situación así, en otro país y sin la ayuda de nadie; me preguntaba por qué Dionisia no podía ver a su familia. Eso fue lo que me movió para involucrarme, al punto de querer ir a buscarlas”, subrayó Bazzano. Al mismo tiempo aseguró que “el domingo cuando vi el encuentro entre ellas, volví a sentir que valió la pena, que hay que permitirse escuchar al corazón y ponerse en el lugar del otro”.

XENOFOBIA

Aunque durante el encuentro con el gobernador no ahondaron en detalles, tanto la secretaria de la Mujer, como Marcelina y Elesia, mencionaron una situación de xenofobia y discriminación que les tocó vivir en Migraciones, cuando emprendieron su viaje a San Luis.

“Usted (por Bazzano) y el camarógrafo que la acompañó se arriesgaron mucho en ir a vernos personalmente; eso sorprendió a toda la familia. Hace dos años que no sabíamos nada de mi hermana, ni siquiera si estaba bien o mal; eso fue terrible para mi familia. Les agradezco una y mil veces por la ayuda que nos han extendido”, dijo Marcelina.

“Les pido que ayuden a mi hermana; ella tenía miedo de hablar porque el chico la amenazaba de muerte. Dionisia vivía feliz con nosotros en Bulo Bulo, si hubiéramos sabido lo que él iba a hacer no la hubiéramos dejado venir. Me duele porque la maltrataba, le pegaba mientras estaba embarazada, ni siquiera la alimentaba bien. Dionisia quería demasiado a su bebé; siempre le gustaron los niños, incluso en Bulo Bulo siempre trabajó de niñera, por eso mi familia no cree que ella haya matado a la bebé”, relató Marcelina.

Antes de concluir el encuentro, Alberto Rodríguez Saá anunció que “San Luis va a acompañar a Dionisia en su lucha. Mañana (por el miércoles) comenzará a tomar intervención un defensor particular, quien se va a hacer cargo del juicio, si Dionisia acepta”. Y agregó: “Si le conceden la excarcelación o un sobreseimiento, vamos a ayudar a que se quede en San Luis, bajo condiciones de seguridad ya que recibe amenazas”.

En la ocasión, el gobernador felicitó a Bazzano y a su equipo de trabajo, asegurando que “es un orgullo para el Gobierno que tengamos esta militancia en una causa tan noble como esta, donde se persigue la justicia y se lucha por los derechos humanos y los de la mujer”.

Seguidamente, Marcelina y Elesia se despidieron del titular del Ejecutivo provincial, fundiéndose en un abrazo y agradeciendo una vez más por haberse involucrado en su lucha.

La Secretaría de Estado de la Mujer #Ni Una Menos tiene patrocinios gratuitos, es por eso que Dionisia va a tener el suyo, aunque se trate de un “caso distinto”, según explicó Bazzano. Pese a ello, señaló que tiene un denominador común en relación a los demás casos que se reciben, que es la violencia hacia la mujer.

Luego de la reunión en Terrazas de Portezuelo, Marcelina y Elesia se dirigieron hasta la Penitenciaría provincial para visitar a Dionisia. Este miércoles viajarán a Buenos Aires, donde quedarán a la espera del regreso a Bulo Bulo, programado para el jueves.