Por el barrio 272 Viviendas un áspero cruce entre oficialismo y oposición

La construcción del barrio 272 Viviendas quedó envuelta ayer en discusiones políticas entre la oposición y el oficialismo. El tono y las argumentaciones de un lado y del otro fue tal que los adjudicatarios que estaban en el recinto se fueron molestos. Un clima de reproches mutuos, algunos fuera de lugar, contaminaron la parte legítima del debate.

El cruce de opiniones se inició a partir de un pedido del bloque de la UCR para que se presente el intendente, Rody Flores, a brindar explicaciones sobre los pasos dados por su gestión para reactivar la obra que está paralizada desde octubre de 2015 y que el gobierno provincial prometió licitar en estos días, en conjunto con la construcción del hospital regional.

El presidente del bloque de la UCR, Juan Alvarez Pinto, fue quien argumentó a favor del proyecto presentado por su bancada, sostuvo que el tema era de “urgencia” y recordó que ninguno de los pedidos de informes que hizo su bloque relacionado al barrio 272 viviendas fueron respondidos por el Ejecutivo Municipal. Desde la UCR se sostuvo que aunque se reconocía que la obra es de injerencia provincial, querían que el intendente tenga una actitud más activa. Alvarez Pinto puso de ejemplo la administración del intendente de Santa Rosa de Conlara, Miguel Postiguillo, y la forma en la cual construyó las viviendas sociales.

Desde el oficialismo, los ediles de Compromiso Federal defendieron todo lo actuado por el intendente Flores.  La concejala, Viviana Morán, hizo alusión a todas y cada una de las gestiones del intendente de Villa de Merlo ante las autoridades provinciales, reclamó “madurez” a la oposición para abordar el tema y pidió que no se politice una cuestión tan sensible para los beneficiarios.

En el oficialismo intuyen que la UCR pretende politizar la obra del barrio 272 Viviendas y hay molestia con los manifestantes que el sábado fueron a reclamar a la casa del intendente Flores  y colocaron carteles en el portón de acceso a la vivienda. Al momento del debate en el recinto del Concejo Deliberante, integrantes de la comisión que representa al conjunto de los beneficiarios estaban presentes.

CASTIGADOS

La discusión con los minutos comenzó a subir de tono. La concejala del radicalismo, Gabriela Mancilla, le reprochó a Morán la “cátedra de docencia” sobre cómo deben actuar los concejales, dijo que el concejo deliberante no es “un club de amigo” y aseguró que entre los adjudicatarios hay “malestar, incertidumbre y furia”, por la falta de respuestas.

“En Villa de Merlo somos los más castigados, los más perjudicados, (por el gobierno provincial) y recordó los recursos que se destinaron a la obra de La Pedrera  en Villa Mercedes. La edil dijo que reconocía que el intendente Flores era una persona “accesible” y por eso era conveniente que dé explicaciones sobre lo actuado.

FARSA

El concejal, Edgar Amaya, de Compromiso Federal se molestó con algunas afirmaciones de la UCR. Dijo que solo les interesaba buscar “un titulo” en los medios. “Nosotros no nos vamos a prestar a una farsa” y defendió al jefe comunal.  Su par, María Rosa Miravet, terminó por calentar el ambiente. Hizo un detalle de todas las viviendas construidas por el gobierno provincial en más de 30 años, hizo mención a las declaraciones del ministro de Obras Públicas, sobre la licitación de la obra para finalizar la construcción de las viviendas sociales y el rol del peronismo en el gobierno.

En ese momento los adjudicatarios que presenciaban la sesión se fueron. Es que la discusión había alcanzado un tono alto, con argumentaciones desde las políticas del presidente Macri hacia abajo. Había interrupciones y chicanas para todas y todos. Mancilla y Alvarez Pinto insistieron en la propuesta para que Flores se presente en el Concejo Deliberante. “Agradecemos las clases de peronismo”, dijo Alvarez Pinto y aseguró que el emplazamiento de la obra donde se construyen las viviendas es una “palangana”.

SENSATEZ Y VOTACION

Al momento de poner a consideración las mociones, había un empate. Los cuatro integrantes de la UCR insistían con la presencia de Flores en el recinto, en una virtual interpelación, mientras que los cuatro integrantes de la bancada de Compromiso Federal propuso que todo lo actuado se responda por escrito.  El empate obligó al edil del socialismo y presidente del Concejo Deliberante, Mariano Stinga, desempate, pues el otro integrante del cuerpo, Jorge Donda estaba ausente con aviso.

Stinga bajó los decibeles. Y dio razones para su voto. Dijo que el reclamo de los beneficiarios era legítimo, que él como edil había marchado el sábado junto a ellos y dijo que tenía amigos y conocidos que esperaban por la casa, que la estaban pasando mal.

El concejal dijo que el clima de hostilidad que se manifestó en el concejo no era el mejor para que se presente el intendente Flores. Y mencionó que hasta los propios adjudicatarios se retiraron del recinto. Stinga agregó que los ediles pueden estar acostumbrados a las discusiones fuertes, los reproches mutuos y hasta el tono alto cuando hacen uso de la palabra pero esas acciones eran ajenas a los vecinos.

Por eso propuso que en una semana el intendente responda por escrito las gestiones que se hicieron para reactivar la obra y en ese mismo plazo reciba a la comisión de adjudicatarios. Y agregó que si no se cumplían esas dos metas, él votaría a favor de la interpelación.  La votación entonces se inclinó hacia el oficialismo.