Protesta y reclamo frente al barrio 272 Viviendas

“Yo vivo con mi marido y cuatro hijos en una habitación que nos prestó mi suegra. No podemos seguir así”. Quien habla es una de las adjudicatarias del barrio 272 Viviendas emplazado en las inmediaciones de la Ruta 5. La urbanización de casas sociales se debía entregar entre diciembre de 2015 y marzo de 2016. Sin embargo, la paralización de la obra en octubre del año pasado truncó esa posibilidad y abrió la puerta a la incertidumbre: nadie sabe cuándo se reiniciará la construcción y en qué fecha se entregarán las viviendas.

Ayer, unas setenta personas se manifestaron frente al barrio. A partir de las 16 se reunieron en las inmediaciones y el frío no aplacó los ánimos. Numerosos carteles mostraban el descontento. Los beneficiarios cortaron media calzada de la Ruta 5, donde la policía había montado un operativo para prevenir cualquier contingencia con los automovilistas. En forma calma, los adjudicatarios se expresaron para hacer visible su reclamo.

La construcción del barrio 272 Viviendas incluye 50 viviendas que están bajo administración municipal, cuyo estado de avance de obra es mayor al resto. Las restantes 222 viviendas son de responsabilidad de la provincia. La empresa Alfa & Omega debía terminarlas pero en octubre de 2015 se paralizaron los trabajos y nunca más se retomaron. Ayer, los adjudicatarios se hallaron con un panorama desolador por el estado de cada casa. Las caras de aflicción lo demostraban.

Los beneficiarios llevan pagadas 54 cuotas. Algunas familias pagan 350 pesos por mes. Otros 500 pesos por mes, de acuerdo con el plan en el que fueron inscriptos y seleccionados. Durante el reclamo del sábado, se pudieron ver realidades parecidas: matrimonios que viven con sus hijos, en casas de padres o hermanos o amigos; familias que alquilan pero que tienen orden de desalojar o  parejas que ya no saben a dónde mudarse.

Es que el conjunto de beneficiarios habían planificado, que en diciembre de 2015 o a más tarde en marzo de 2016 ya se mudarían a su casa propia. Esa posibilidad comenzó a romperse con la parálisis de la obra. La realidad marca que no tienen respuestas oficiales y por eso este lunes a las 18 se reunirán con legisladores provinciales y locales.

Para el lunes, la comisión que representa a los adjudicatarios, integrada por ocho personas, convocó a una reunión con autoridades locales. Necesitan un sinceramiento de la situación. Y que una voz autorizada explique cómo continuará la obra y en qué plazo real podrán ser entregadas las viviendas.

Por el estado de la obra, las correcciones que se deberían hacer, las inspecciones necesarias para revisar cada vivienda y retomar un ritmo de obra que permita avanzar sin sobresaltos, ese plazo no asoma como inmediato en medio de realidades familiares que no soportan más dilaciones.