Gripe A: ¿cómo evitar el contagio?

Las medidas para prevenir el contacto con el virus son cada año las mismas y se recomienda tenerlas en cuenta y aplicarlas e incorporarlas en la vida cotidiana. Se sugiere al toser o estornudar no llevarse la mano a la boca ni la nariz, sino el codo o un pañuelo. Lavarse las manos con frecuencia y abundante agua y jabón. Usar pañuelos descartables y desecharlos en lugares seguros inmediatamente luego de ser usados. Ventilar amientes de la casa y mantenerla libre de humo y bacterias. Mantener limpios picaportes u objetos de uso común. No compartir vasos, ni cubiertos. Evitar saludarse con un beso, abrazo o la mano. Hacer reposo en caso de enfermedad, no automedicarse y de inmediato en caso de síntomas consultar al médico de cabecera.

SÍNTOMAS

Los síntomas principales son: fiebre mayor a 38º, tos frecuente e intensa, dolores musculares, congestión nasal, dolor de cabeza, malestar general, falta de apetito, vómitos y diarrea en algunos casos.

GRUPOS DE RIESGO Y VACUNACION

La vacunación permanece abierta en todo el país para los grupos de riesgo y personas que sean diagnosticadas para vacunarse por su médico de cabecera. Es gratuita y en Merlo puede aplicarse en el hospital local o los centros de salud municipales. Los grupos de riesgo para vacunarse son: trabajadores de la salud, embarazadas, mujeres que tienen bebes menores a 6 meses, puérperas, niños de 6 a 24 meses, niños y adultos con enfermedades crónicas y personas mayores de 65 años.

Existen tres tipos de virus, de esosla gripe, A y B son las más frecuentes. La cepa A H1N1 en la actualidad es estacional y es por eso que la vacuna incluye esa cepa, como también incluye la influenza A H3N2 e influenza B. cabe destacar que la Gripe A puede presentar complicaciones significativas en los grupos con mayor riesgo de sufrir dificultades y fallecer. Es por eso que se recomienda la vacunación anual, además de las recomendaciones citadas antes.

CONTAGIO

El contagio de la gripe se produce por secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se esparcen al toser o estornudar y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones. Los síntomas gripales pueden aparecer 48 horas después del contagio. La mayoría de las personas afectadas se recupera en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en grupos de riesgo la infección puede atraer graves complicaciones. Es por eso que se vuelve fundamental la consulta al médico ante cualquier síntoma.