Cayó una pared de la antigua parroquia de Punta del Agua

La comunidad del paraje Punta del Agua, cercano a Santa Rosa del Conlara, está alarmada por el derrumbe de una pared de la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes. El edificio es muy antiguo, tiene casi 300 años y está íntegramente construido en adobe. 

Según el presbítero David Picca, delegado episcopal para el Patrimonio Histórico y Arte, los especialistas trabajan hace tiempo en ver cómo solucionar los problemas edilicios del templo: “hay una comisión del Colegio de Arquitectos de Merlo que trabaja en el tema. Ahora tenemos una reunión para hacer un diagnóstico y ver la situación urgente. Un muro se desprendió interiormente, similar a lo que le ocurrió al templo Santo Domingo, en San Luis capital. Son iglesias de casi trescientos años, y las condiciones climáticas las deterioraron”. 

El intendente de Santa Rosa, Miguel Postiguillo, afirmó que “es la iglesia más antigua de San Luis. Es un daño irreparable, es terrible no salvaguardar lo que no vamos a poder reconstruir. No se hizo nada; hace años que se sabe que se va a caer. Desde el 2001 que estamos así. Se ha caído una pared, y estamos en la probabilidad de un derrumbe casi inminente. Esto se está sosteniendo de arriba, porque el techo es una estructura con vigas de algarrobo que retiene la estructura. Eso es lo que está sosteniendo porque abajo ya no hay nada”. 

A su vez, agregó que “es un patrimonio de arte católico único en Sudamérica, no debe haber muchas iglesias en pie de esas características. El párroco de Santa Rosa está haciendo todo lo posible y está el padre Picca también en el tema, pero los recursos no aparecen. La Municipalidad se comprometió en lo que haga falta para apuntalarla, salimos a pedir ayuda, y el Colegio de Arquitectos del norte nos está dando una mano, pero no es tan fácil”. 
En la parroquia ya no se celebraba misa desde hace varios meses por el frágil estado en el que se encontraba. Según explicó Miguel Postiguillo, el obispado no podía comenzar a refaccionar el templo porque está en un terreno privado y no conseguían que los familiares de los dueños lo cedieran. 
El padre Picca afirmó: “Está en un terreno privado pero ya lo cedieron, están en trámite. Al trabajar en una propiedad privada sin tener la autorización corríamos el riesgo de que el dueño se moleste; eso nos llevó a demorar las decisiones finales”. 

Asimismo agregó que “la propiedad no es del obispado, no nos pertenece, pero aún así estamos trabajando gracias a la colaboración de empresas de San Luis que pagaron los estudios que realizamos allí. Tiene su costo y su tiempo de trabajo”.  Concluyó diciendo: “Si no se cayó es porque Dios no quiere. Técnicamente tendría que estar en el piso”.

Fuente: AICA