Fiesta de la Pachamama en Piedra Blanca

Al comenzar la ceremonia, se pidió a la “Madre Tierra” sus bendiciones. Luego se saludó a los cuatro puntos cardinales. Primero al Este (naciente del padre Sol, agradeciendo la luz); al Norte (por las buenas cosechas); al Oeste (en agradecimiento por el agua y las lluvias) y al Sur (por el viento que purifica). Luego, se dio gracias a los cuatro elementos que dan la vida: tierra, agua, fuego y aire.

Posteriormente, para hacer una limpieza espiritual, se procedió a sahumar el lugar con hierbas aromáticas y azúcar. Se saludó a las montañas, a los arroyos, a los árboles, al aire y a los alimentos. Luego se dio comienzo a la ceremonia que los pueblos andinos llaman Corpachar, que significa dar de comer a la tierra.

“Esta ceremonia tiene por finalidad agradecer a la Pachamama todos los bienes que se reciben, como la buena salud y el amor”, dijo Mobellán, quien posteriormente relató cómo se fue desarrollando la actividad: “Se echó bebida y la primera ofrenda. Allí todos fueron pasando de a dos, con sus ofrendas (maíz u otro alimento), fueron agradeciendo y haciendo pedidos. Luego, entre todos, se tapó el pozo con tierra y piedras compartiendo este homenaje con abrazos y alegría. Finalmente se compartió la caña con ruda y miel, para tener un buen año”.

Alumnos de la Escuela Rankul:

Terminada la ceremonia, los alumnos de la Escuela Rankul, fueron invitados a visitar la biblioteca donde recibieron de manos de sus autoridades un cuadro con la poesía ilustrada de Antonio Esteban Agüero. Los chicos entregaron un libro de ranqueles.

“Fue una experiencia muy importante tanto para quienes recibieron a la comunidad, como para sus miembros, especialmente los adolescentes, quienes además de participar de una ceremonia emocionante, disfrutaron del paisaje merlino”, concluyó Mobellán.

Acompañaron a los descendientes de comechingones de la zona, autoridades de la biblioteca de Piedra Blanca, vecinos y turistas que quisieron sumarse a la celebración.

Fuente y foto: ANSL