Una serpiente sorprendió a obreros de la construcción

El animal tendría poco más de dos metros y fue llevado por uno de los obreros hasta donde se realiza la construcción de un barrio privado, en donde sus compañeros fotografiaron a la lampalagua deslizándose sobre los ladrillos y trepando a las columnas en donde se desarrolla la edificación. 

Para Ángel Mercedes Varas, un albañil que trabaja en la construcción del barrio privado “Finca del Dique”, es bastante común el encuentro con animales salvajes. Los ha visto toda su vida, asegura. Desde que comenzó a tener uso de razón en su casa en Quines su padre le enseñó a perderle el miedo a los bichos y a rastrearlos y fue así como no dudó este jueves cuando vio la enorme lampalagua en llevarla para que la vean sus compañeros en la obra.

Ángel o “Jean Carlos”, como le gusta que lo llamen, salió solo desde la obra hacia las sierras porque entre el cemento y el ladrillo le pareció olfatear a un jabalí y ahí salió hacia donde venía el viento. Caminó pocos metros y se encontró con la serpiente. “La agarre bien cerquita de la cabeza por las dudas que me quiera morder y la otra de la cola como me enseñó mi papá, pero es un animal mansito, si uno no la golpea es tranquilo y se deja agarrar”, relató el experimentado Varas.

Con la serpiente enroscándose en sus brazos volvió a la obra. Algunos compañeros mostraron menos miedo que otros, pero Ángel los tranquilizó: “no la golpeen ni la quieran molestar y va a estar tranquila”, les prometió. La dejó cerca de una pared y ahí nomas comenzó a trepar por las columnas de hierro. Los compañeros de “Jean Carlos” le sacaban fotos con la serpiente cerca de su espalda y el sin demostrar el más mínimo temor.

Después de un rato de compañía, Ángel volvió a tomar a la lampalagua por la cabeza y la cola y la llevó un poco más lejos del lugar donde la había encontrado. 

Foto y fuente: El diario de la República