Denuncian tala de palmeras en un loteo de San Francisco

Los vecinos de San Francisco se alarmaron cuando vieron pasar una gran camioneta con decenas de palmeras Caranday a bordo. La especie es protegida en la región e incluso tiene una reserva, “Papagayos”, dedicada a ellas. Rápidamente tomaron fotos y las viralizaron en las redes sociales, donde recibieron el repudio de cientos de personas.

El desmonte fue producto de un loteo que se realiza en Las Chacras, en la zona este del pueblo. “Sacan la arboleda para poder construir, son terrenos privados que han comprado inversores. Tenemos que tener alguna ordenanza para evitar que esto suceda”, explicó Juan Carlos Eduardo, el intendente. Las fotos provocan tristeza y bronca. El “boom” inmobiliario, en el que inversores principalmente de Buenos Aires adquieren hectáreas en varios pueblos de San Luis para lotear o dedicarse al turismo, hace que la naturaleza pase a un segundo plano. “Como no tenemos legislación aquí, informamos al Ministerio de Medio Ambiente, sé que han venido y han actuado, les han notificado a los dueños que no lo pueden hacer”, comentó Eduardo.

Jorge Heider, jefe del Programa Biodiversidad, explicó que la causa está en instancias administrativas, ya que se labró un acta debido a que fue un desmonte de aproximadamente una hectárea en zonas de palmeras Caranday. “Deben justificar por qué las retiran, en el desarrollo del proyecto deben tratar de no tocarlas y dejar un porcentaje de bosque nativo. En la mayoría de las situaciones no se permiten que las toquen”, dijo. La ley de Bosques Nativos establece tres categorías de conservación: roja, amarilla y verde.  “En la Categoría I, es decir, roja, no se permite el desmonte, excepto que sea para algo que ocasione el beneficio de la comunidad, como una ruta. En la amarilla, o categoría II, sólo se puede desmontar un 50%; y en el verde hasta un 75%”, contó. En este caso particular, Heider explicó que el terreno estaba incluido en la categoría II, es decir que tendrían que haber solicitado el permiso, con el estudio de impacto ambiental, y no lo hicieron. 

En muchas localidades ya han dispuesto ordenanzas que regulan el desmonte, como el caso de Carpintería, que sancionó a fines del año pasado un decreto que establece las especies que no se pueden quitar, y el porcentaje de flora autóctona que debe quedar en cada terreno.  Según contó Eduardo, ya les pidió expresamente a los concejales que se pongan a trabajar en el asunto, ya que “es una tema nuevo para nosotros y la gente tiene que entender que no se puede desmontar así nomás, porque después vienen las crecidas y no hay contención, nuestra zona  ya fue muy castigada por el agua”. Heider indicó que “no tiene nada que ver que sea dentro del ejido municipal y no tengan una ordenanza específica, ya que tenemos una Ley Nacional y otra Provincial, la 697, que es superadora. Actuamos frente a denuncias, como en este caso que nos avisaron; o lo detectamos a través de imágenes satelitales, ya que tenemos un convenio con la Comisión Aéreo Espacial. El desmonte, tarde o temprano, es detectado”. “Es una explosión lo que se está dando en el rubro inmobiliario, y está muy bueno eso, pero también tenemos la necesidad de controlar y ordenar. Por eso, exigimos estudios de impacto ambiental para quienes quieran realizar un loteo”, aclaró el funcionario. 

Fuente y foto: el diario de la República