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Se cumple un año del trágico incendio en las sierras

<p>El 4 de septiembre de 2013 hacia las 18.30 se dio el alerta del inicio de un incendio en la zona del barrio Los Nogales. El siniestro tuvo derivaciones trágicas. Por el fuego murieron dos vecinos de toda la vida de Villa de Merlo: <strong>Mario Mercau y Darío Vaéz.</strong></p>
jueves 04 de septiembre de 2014
Se cumple un año del trágico incendio en las sierras

La crónica de aquel miércoles 4 de septiembre indica que se recibió un alerta de un incendio en la zona alta del barrio Los Nogales. Eran cerca de las 18.30 cuando bomberos del cuartel de Villa de Merlo, personal municipal y policial comenzaron a subir al lugar del siniestro. A la distancia se podía observar la herida de fuego en las sierras.  

Varias dotaciones combatieron las llamas que trepaban por la combustión de los pastizales secos. Nada hacía prever que ese incendio podía derivar en un siniestro de mayor magnitud. Hacia la medianoche el fuego parecía controlado. Testimonios de aquel día señalaban que las llamas estaban bajo control y que el fuego se había sofocado. 

Sin embargo, horas después todo cambio. En la madrugada, alrededor de las 4, del jueves 5 de septiembre el fuego se reinició y con el correr de las horas se volvió incontrolable. Nada sería igual. Después el diablo terminó de meter la cola. La fatalidad dejó de mirar hacia otro lado; las condiciones climáticas se volvieron nocivas, los vientos parecían envenenados y el destino que siempre juega con una carta marcada hizo lo suyo. Ese jueves 5 de septiembre de 2013, un mal día y una peor noche. El incendio avanzó sin control. Fueron horas de incertidumbre, dolor y tristeza.

Por la tarde noche se conoció que los vecinos Mario Mercau y Darío Váez, amigos de toda la vida. Merlinos de toda la vida, habían subido hacia el sector de la cruz para poner a salvo sus animales. Los dos quedaron atrapados por el fuego. Sufrieron gravísimas heridas y quemaduras en casi todo el cuerpo. 

Cuando se logró el rescate de ambos fueron derivados hacia San Luis. Mario Mercau murió el 7 de septiembre, su amigo Darío Vaéz, unas horas después el 8 de septiembre. Para ese entonces el incendio había sido controlado. Las autoridades municipales, policiales, del cuartel de bomberos, San Luis Solidario, Ejército y del Plan Nacional del manejo del Fuego dieron una conferencia de prensa en el Campin Municipal, donde se había montado el Centro de Operaciones. Todos coincidieron en que detrás de origen del fuego “estaba la mano del hombre”.

Las pericias determinaron el supuesto sitio donde comenzó el fuego que siempre se caratuló como intencional. Se presentaron denuncias. Se ofreció una recompensa de 100.000 pesos para quien aportes datos concretos sobre el siniestro.

A un año de la tragedia no hay indicios ni estado de sospecha sobre persona alguna que permita a la Justicia tomar una declaración indagatoria. Ninguno de los testimonios aportados en la causa es claro. Son dichos de dichos de terceros. Según fuentes allegadas a la familia, aún falta presentarse a declarar personas que son propietarias de loteos en la zona del incendio. Nada hasta el momento ha podido romper con el silencio de aquellos que podrían aportar datos certeros. A un año de la tragedia las esperanzas de hallar al o los culpables se desvanecen. Dos familias esperan por Justicia. Hay una herida social demasiado profunda que debe ser suturada. El luctuoso episodio no puede quedar impune.

 

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