Río Cuarto: Huía de un asalto y lo mataron

Faltaba poco para que amaneciera y la lluvia había cesado, por unos minutos. Por la calle oscura, se acercaron los policías, iluminaron el cuerpo inerte en el suelo e intentaron moverlo. El llamado que había ingresado instantes antes a la central policial daba cuenta sobre un “borracho” tirado frente a un baldío. Sin embargo, bastó que los efectivos revisaran al hombre para que descubrieran el balazo en la espalda. No era ningún desmayado: el hombre había sido asesinado.

Instantes después, se sabría que el muchacho se llamaba Ariel Alejandro Gómez, tenía 28 años y vivía con su padre en Río Cuarto. Tenía una hija.

El crimen ocurrió el sábado a la madrugada. Las primeras informaciones trajeron confusión en la mesa de investigaciones. Aunque más que desconcierto, primaron prejuicios. Se habló de un “ajuste de cuentas”, teniendo en cuenta que Gómez hacía poco había salido de prisión y que tenía un importante prontuario con robos. Sin embargo, bastó que los detectives empezaran a profundizar la pesquisa con testimonios, para avanzar en una nueva hipótesis, que cobra impulso: el joven fue asesinado en un asalto.

En realidad, escapaba en bicicleta de un robo callejero y le pegaron un balazo, calibre 22, que le causó la muerte. Quiso huir en busca de ayuda, pero no llegó a obtenerla. A la víctima no le robaron nada. A su lado quedó tirada la bicicleta; en su pantalón, la billetera.

El homicidio sucedió en la madrugada del sábado en barrio 400 Viviendas, zona sur de Río Cuarto y hasta anoche el presunto autor material del crimen y sus cómplices no habían logrado ser atrapados por la Policía local. Se hicieron al menos cuatro allanamientos, por ahora infructuosos. Los pesquisas hablan de un “pacto de silencio” en la barriada. Sin embargo, hay vecinos que están superando el miedo y han empezado a contar lo que saben.

Con este crimen, suman 10 las personas asesinadas en Río Cuarto en 2013, el segundo distrito más violento de la provincia de Córdoba, detrás de la Capital, según un relevamiento de La Voz del Interior.

Robo, fuga y balazo

Gómez vivía con su padre en 400 Viviendas, un sector humilde y castigado por la violencia de aquella ciudad del sur cordobés. Entre el viernes y el sábado, el muchacho estuvo con su novia hasta la madrugada cuando fue a comprar algo (no está claro qué) en bicicleta.

Eran las 5.30 cuando se topó con una patota que se interpuso en el camino. Esa es la hipótesis central de los pesquisas. “Quisieron asaltarlo, él se resistió y escapó como pudo. Fue ahí que le pegaron un balazo por la espalda. No hubo ninguna pelea, ningún ajuste de cuentas”, afirmó otro pesquisa.

Cuestiones del destino. Una persona puede recibir un disparo 9 milímetros en el rostro o la cabeza y sobrevivir, como sucedió hace poco en Córdoba Capital, en un asalto. En esta oportunidad, Gómez fue alcanzado por un proyectil calibre 22, un plomo pequeño, que se incrustó en el costado superior derecho de la espalda. El muchacho alcanzó a pedalear algunas cuadras, hasta que el proyectil, en su derrotero dentro su cuerpo, alcanzó el corazón.

El muchacho cayó muerto en calle Dinkeldein al 3400. Los delincuentes se escabulleron entre las sombras. Por ahora.

Ciudad violenta

De los 10 homicidios cometidos en 2013 en Río Cuarto, la mayoría de las víctimas fueron hombres ejecutados por violencia urbana. También hubo dos asesinatos por violencia doméstica. Con el crimen de ayer, ya son dos las muertes por inseguridad.

FUENTE: LA VOZ