La salud pública y Monsanto en la agenda política de campaña

La demanda de la sociedad para optimizar la atención en el hospital es un tema de reclamo comunitario recurrente. Las quejas de los vecinos no apuntan a la labor de los profesionales que desarrollan su trabajo en la salud pública. Las críticas se reiteran por una mayor cantidad de médicos y especialistas en la localidad.

No se trata de un tema que afecte a Villa de Merlo solamente. En otras localidades de San Luis se han replicado quejas similares. A nivel local, el Ejecutivo Municipal reforzó y abrió más Centro de Atención Primarias de Salud (CAPS) para aliviar al hospital. Si bien es cierto que estos centros de salud amortiguan la demanda no pueden brindar la cobertura de un hospital público.

El gobierno provincial admitió sin decirlo que existen problemas para captar o retener médicos en San Luis. Por eso, el gobernador, Claudio Poggi, antes de partir a Barbados dio instrucciones a la ministra de Salud para que trabaje en modificaciones de la Carrera Sanitaria, para lograr un mayor incentivo económico para los médicos y un desbloqueo de títulos de manera “excepcional”.

Estas modificaciones dejan al descubierto que existen problemas para sostener un plantel de médicos en la salud pública acorde con la demanda ciudadana a pesar que no se diga explícitamente. Para el oficialismo local será un tema difícil de defender en campaña como ya se vio cuando la cuestión de la atención en el hospital se discutió en el Concejo Deliberante.

MONSANTO SE METIO EN LA CAMPAÑA

La presencia de Monsanto en cercanías de Villa de Merlo y Santa Rosa de Conlara, con sus controvertidas prácticas agrícolas, también es un tema a flor de piel. La actividad de la multinacional fue repudiada con una importante manifestación en la Ruta 5, que estuvo compuesta no solo por campesinos y ambientalistas. También se sumaron muchos merlinos y vecinos de Santa Rosa, que por su cuenta acompañaron el reclamo. La cantidad de manifestantes fue superior a lo esperado y permanecieron por varias horas en la ruta.

Algunas manifestaciones sueltas intentaron ligar a esa movilización con una intencionalidad política pero lejos estuvo esa genuina queja de tener un componente partidario. Si algo se pudo ver ese día fue la diversidad. Pero el tema no quedó allí. El debate siguió en la comunidad, en el Concejo Deliberante y en los medios de comunicación.

Los intereses de Monsanto además se chocan de frente con la actividad turística de Villa de Merlo. El ejemplo más claro ocurrió en Semana Santa. Miles de turistas de muchos puntos del país visitaron esos días Merlo y Santa Rosa, hasta desbordar los alojamientos. La empresa decidió en ese momento realizar una quema controlada de 200 hectáreas de campo, generando hacia el oeste de la ciudad un infierno de llamas, que despertó inquietud por lo que sucedía. Ese incendio fue concretado en un momento inoportuno aunque estuviera autorizado. Inoportuno y desatinado. Tuvieron que intervenir las autoridades locales para frenar esa acción.

Y la cuestión de Monsanto, el desmonte y el uso de polémicas semillas, despertó con más fuerza justo cuando se conoció que Villa de Merlo y el Departamento Junín es la zona con mejor calidad ambiental del país. La contradicción quedó expuesta con mayor visibilidad. Voces ambientalistas expusieron que la actividad turística de Villa de Merlo, motor de la economía local, puede ser afectada en el futuro por la presencia de Monsanto. Ese simple razonamiento hizo correr escozor en la dirigencia local.

El oficialismo y la gestión municipal se alinearon con reflejos rápidos con el reclamo y hasta la propia intendenta, Gloria Petrino, firmó la nota contra la presencia de Monsanto en la zona, un escrito que acumula ya más de dos mil firmas y que será presentado a la legislatura. La cuestión ambientalista siempre asoma en la superficie.