San Luis: unos 180 mil fieles asisten a Villa de la Quebrada y Renca

Aunque estaba algo nublado y había pronóstico de lluvia, los fieles llegaban a cumplir con su promesa y agradecer por las gracias concedidas por los santos. Alrededor de 2.600 fieles arribaron el martes a la noche caminado a Villa de la Quebrada, localidad ubicada a unos 40 kilómetros al norte de la capital puntana, mientras que a Renca llegaron unos 2.000 peregrinos.

Según datos recopilados por la Dirección de Estadística y Censos y la Policía de San Luis, "hasta las 8 de hoy en Villa de la Quebrada habían ingresado 166.372 personas en  36.628 vehículos”, precisó el jefe de Relaciones Policiales, Carlos Pereyra.

El comisario Pereyra detalló que "unas 13.000 personas" llegaron a Renca, cercana a la localidad de Tilisarao y en el Valle del Conlara, a unos 140 kilómetros al noreste de la capital puntana. Por la festividad religiosa hoy hubo asueto en la administración pública provincial y  municipal, en organismos del Estado puntano y en las universidades Nacional de San Luis, Católica de Cuyo y de La Punta, aunque trabajan con normalidad los bancos y el comercio.

Pero este viernes, día central de la celebración, será feriado provincial por lo que se estima que el número de visitantes a estos santuarios se incrementará notablemente. La jornada fue hoy más distendida y destinada mayoritariamente al descanso de los promesantes, misas y comuniones, pero también se aprovechó para recorrer uno de los atractivos de Villa de la Quebrada como lo es su espectacular Vía Crucis, inaugurado el 3 de mayo de 1951.

El camino doliente que recrea el martirio y la crucifixión de Cristo asciende a 320 metros de altura en el cerro Tinaja. Las imágenes de sus estaciones fueron hechas en tamaño natural y en mármol de Carrara por el escultor Nicolás Arrighini, en su atelier de Pietrasanta en las cercanías de Luca, Italia.

Pero no todo es muestra de fe: en esos lugares se mezcla lo religioso con lo pagano y muchos aprovechan para participar de juegos, bailes y otras distracciones en locales de comidas y puestos de ventas, que se instalan especialmente en estas fechas en torno a los santuarios. (Télam)