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Bromatología: estiman en 500 proveedores los que llegan a la Villa de Merlo con mercadería

<p><img src="images/stories/com_form2content/p1/f1645/3.jpg" border="0" title="Funcionarios municipales de la Villa de Merlo intensifican controles en comercios (foto ilustrativa)" width="300" style="float: left; margin-right: 10px;" /></p> <p>Se están realizando desde enero fuertes controles desde el área de bromatología de la Villa de Merlo. <strong>El objetivo puntual son los proveedores que ingresan productos a los comercios locales. </strong>Infomerlo habló con Leandro Vallejos, el encargado del área quien contó todos los detalles del trabajo que están realizando.</p>
lunes 09 de abril de 2012
Bromatología: estiman en 500 proveedores los que llegan a la Villa de Merlo con mercadería

Se califica como “introductores” a los comercios que están fuera de la Villa y proveen de mercadería a los comerciantes locales, comercios de venta directa al público como hoteles, restaurantes y demás. Hay alrededor de 500 introductores que llegan, principalmente, desde cuatro puntos: Rio Cuarto (Cba), Villa Dolores (Cba), Villa Mercedes y San Luis, esos son los principales núcleos que vienen a vender a la ciudad.

Lo que más se pretende cuidar desde bromatología es la cadena de frio, permisos de transito y todo el tema de rotulación legal.

Según cuenta Vallejos, “se han detectado gruesas anormalidades en los ingresos, han pretendido ingresar mercadería vencida, que no tenía la rotulación o etiqueta correspondiente”, explicó. Todo eso se decomisa, se impide el ingreso, se baja del camión y si la mercadería no está apta para consumo humano se destruye; si efectivamente es apta para el consumo y es un problema de rotulación o etiqueta, con lo cual no está apta para comercializarla, lo que se hace es donarla.

La donación puede ser si el dueño de la mercadería desea donarla a una organización de bien público en particular, se toma esa donación, y si es un proveedor de afuera que no conoce a nadie del ámbito local, con la intendencia y con el juzgado de faltas, junto con el área bromatológica elijen al azar una ONG o alguna asociación que necesite ese producto.

Alimentos en mal estado o próximos a vencerse: ¿mala fe del comerciante o del proveedor?

Hay dos posibilidades: una es que el proveedor lleve al comerciante algo que este próximo a vencerse y se lo venda como “oferta” por ese motivo y otra situación que se suele dar mucho es que el comerciante, al estar atendiendo muchas veces a la gente, le pide al proveedor que le deje la mercadería y este mismo es quien acomoda el producto en la góndola, o repone el producto, ahí está en juego la buena fe del proveedor. Muchos comerciante se dan cuenta que les dejaron productos vencidos cuando bromatología realiza la requisa.

Controles:

Es muy importante que todo camión que ingrese a la ciudad con productos pase primero por bromatología para realizar el control pertinente, “si vos controlas eso, si se vence después en góndola ya es responsabilidad del comerciante”, explica Vallejos, “el principal objetivo era controlar lo que ingresa que se está haciendo, de hecho tenemos inspectores en moto que recorren la Villa”.

A los camiones controlados se les pone un cartel en el parabrisas de unos cincuenta centímetros para marcar que pasaron el control. Si no tienen el cartel, se los lleva al edificio de bromatología y además de controlar la mercadería se les explica, según cuentan, que deben pasar antes por ahí.

Respecto a los comercios, hay dos tipos: uno es un control programado y el segundo ante una denuncia. Tiene prioridad la denuncia ya que el primer control se realiza de forma preventiva, el segundo es por algo puntual, “hasta ahora las denuncias fueron todas certeras, no hubo ninguna que no sea real”, asegura el encargado del área.

Heladeras, un capítulo aparte:

En muchas ciudades pasa que los locales apagan durante la noche los equipos para “ahorrar”. En Merlo, según nos cuenta el encargado de bromatología, no es un problema que ocurra ya que los controles se realizan muchas veces a primera hora, ni bien el comercio abre y no hay forma de que la heladera, si estaba apagada, alcance la temperatura normal, aun así si el dueño hubiera ido antes. Al menos en la Villa de Merlo es algo que se descarta que ocurra, lo que sí encontraron fueron equipos descompuestos o bloqueados que se rompen y no largan frio, “obviamente le cabe la responsabilidad al encargado, pero no con mala intención sino con desperfectos”, asegura.

Varias clausuras:

Vallejos asegura que desde enero hubieron varias clausuras, “la política nuestra, de la gestión Petrino, es no colocar la faja de clausura en la puerta a menos que sea necesario por una cuestión de imagen del comercio”, pero asegura que hubo varias de 24, 48 o 96 horas donde el negocio coloca un cartel de “cerrado por desinfección”, problemas; mientras realiza la limpieza, reformas necesarias para cumplir.

“Ha pasado en rotiserías, carnicerías, con algunos hoteles  que eran situaciones realmente graves comprometidas para la salud, comprobamos y después hecha la mejora, se habilita nuevamente y realiza un acta, que va al juzgado de faltas para que el juez esté al tanto de que negocios están clausurados y cuando son rehabilitados nuevamente”, cuenta Leandro Vallejos.

A futuro:

Está pensado dar charlas a los comercios agrupados por categorías (verduleros, carniceros, cocinas de hoteles, de restaurantes), para capacitar a la gente y llegar a la temporada próxima con un estándar de control mucho más elevado.

Las charlas empezarían en junio y las capacitaciones se realizarían por sectores específicos para minimizar los riesgos ya dentro de los comercios. Se estima que se realicen en la Casa del Bicentenario o algún hotel de la zona céntrica.

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