2019-03-27

Emoción

María Flores: “El hospital Madre Catalina seguirá siendo mi hogar”

María Flores, la exdirectora del hospital Madre Catalina, se despidió de su gestión con una carta un balance de su trabajo en dos años.

“Asumí la dirección del hospital en marzo del 2017, con una salud en Merlo en  crisis.  Pusimos manos a la obra. Trabajamos con amor y vocación para sacar nuestro hospital adelante, sacando el hospital a la calle, bajo la premisa un hospital de todos. Se constituyó por primera vez la Asociación Cooperadora con quienes pudimos contar incondicionalmente para todo lo que necesitáramos, y gente que ayudó con donaciones, tiempo y dedicación espontanea, juntos con la ilusión del nuevo Hospital”, dice la carta de María Flores en el primer tramo.

Más adelante señala: “En mayo 2018 casi pierdo la vida  por un problema de salud, pero me levanté y seguimos trabajando para llegar al hospital Madre Catalina. La única motivación es el amor por la medicina, que es mi vocación y mi vida.  Sin ningún interés político (esto lo aclaro porque algunos medios amarillistas se dedicaron a hablar de esto, tanto el nombre de mi hermano como el mío fueron parte de encuestas sin nuestro conocimiento ni consentimiento). En los últimos tiempos  vi nuevamente que mi salud no me acompañaba para el esfuerzo, el tiempo y el valor para seguir al frente.

Entonces antes de presentar mi renuncia gestione el nombramiento de tres pediatras. Tres médicos para la guardia. Un médico para terapia. Dos médicos especialistas  en ecografía. Un médico especialista en diagnóstico por imagen  y sumar cuatro obstétricas al servicio. Y en quirófano la instalación del arco y la compra de nuevo material quirúrgico. Meses de reuniones y acercamiento con la sociedad de anestesia hasta lograr que venga un anestesiólogo una vez a la semana con la promesa de llegar a traer a vivir en Merlo una anestesista. Que con el apoyo del Ministerio de Salud y de nuestro Gobernador serán sueños cumplidos.  Finalmente mi carta de renuncia fue presentada hace un par de semanas.

Hoy me quedo con el saludo de cada uno de mis compañeros de trabajo cuando me fui del hospital y ese aplauso lleno de amor. Y yo con mis ojos llenos de lágrimas. El hospital madre Catalina seguirá siendo mi hogar”.

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