El viento complica los incendios en las sierras puntanas

Los vecinos de Eco Aldea, un barrio ecologista de San Luis, luchan desde la madrugada contra las llamas que bajan desde los cerros y lo rodearon, en la ruta 18 entre Estancia Grande y Potrero de los Funes, mientras el incendio forestal en esa zona sigue sin control.

Pedidos desesperados a los bomberos y autoridades se distribuyen por las redes sociales y algunos medios, pero la ayuda es lenta. Por eso, hombres, mujeres y chicos con machetes, palas y mangueras ayudan a unos pocos bomberos voluntarios de la zona a apagar las llamas, que devoraron miles de hectáreas desde hace una semana. Cerca de allí, en El Durazno, está la casa del gobernador Alberto Rodríguez Saá, que tuvo el fuego en las puertas del campo.

La Eco Aldea es un conglomerado de casas fabricadas con el sistema de permacultura con elementos del lugar. Está ubicado en la base de las sierras y los vecinos producen hortalizas y artesanías.

“Rogamos que manden los aviones”, dicen los mensajes de red, una de las pocas formas de comunicación en la zona ya que las líneas telefónicas están saturadas. La lucha contra el fuego es desigual, no sólo por la inmensidad del incendio sino por la falta de tecnología.

A media mañana, apareció el primer avion hidrante para calmar la desesperación de brigadistas y vecinos de Eco Aldea. En la zona, el intendente Reynaldo Pastor dijo que las llamas bajan de las sierras, pero los cuerpos de bomberos de Trapiche, Volcán y Estancia Grande están trabajando para controlar la situación. No hay evacuados, aclaró.

El pronóstico del tiempo tampoco colabora por las altas temperaturas y la sequía, a lo que se suma el viento tan típico de agosto.

Fuente: clarin